El gran conquistador de una era más moderna, cañones, espadas y caballos... Y una mujer a la que nunca pudo dejar de amar, pese a todo.
Joaquim Phoenix interpreta a Napoleón, el emperador francés que ha sido reconocido por conquistar un extenso territorio conformado por países, en su mayoría, africanos y europeos.
La película nos trae escenas espectaculares de guerra y batallas, sangre, muerte y, como dijo Sun Tzu (a grandes rasgos), no dejes al enemigo levantarse porque el futuro viene cargado de venganza... Y podría decirse que el pecado más grande de Napoleón fue no seguir tal consejo pues, tanto en el amor como en la guerra aplica.
Napoleón es aquel hombre al que su orgullo no le permitía reconocer sus errores, eso le causaba tales problemas que lo cegaban incluso cuando su esposa tenía a alguien más, cuando no vio el títere político en el que se había convertido y la conspiración para arruinar la expansión de su territorio que tenía entre manos.
La película arroja a un Napoleón desenfocado en todo exepto en su amor por Francia, amaba Francia a su manera, tal amor aumentaba su egocentrismo el cual le hacía ver un país decadente si no estaba él al cargo.
Cualquiera pensaría que la película es una parodia a un gran conquistador como lo fueron Alejandro Magno o Julio César, tanta comedia involuntaria hacen sentir a la película un poco carente de una trama fija, por momentos se pierde el objetivo que nos quieren mostrar, no se refleja bien al estratega, ni al humano enamorado, ni al emperador; esto provoca caídas en el interés de la historia, solamente es rescatada por la buena interpretación de Phoenix y el gran uso de la fotografía escénica, trayéndonos escenas que se echan al hombro el filme.
Trailer Oficial
Póster Oficial
